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viernes, 18 de noviembre de 2022

FAKE NEWS de 1493: de cómo la imprenta convirtió a Colón en Colombo a lo largo de la Historia. ROSA-SANCCI

 

FAKE NEWS de 1493: de cómo la imprenta convirtió a Colón

en Colombo a lo largo de la Historia

Un análisis documental del origen de la deformación

 del nombre de Cristóbal Colón y algunas implicancias.[1]

 

da Silva Rosa, Manuel y Sancci, Bruno

mr@manuel-rosa.com , brunosancci@gmail.com

 

Pertenencia institucional: ROSA: Doctorando en Historia Insular y Atlántica S. XIV/XVIII (Universidade dos Açores). SANCCI: Lic. en Historia (UNPSJB). Doctorando en Educación (Programa PIIDE. UNTREF-UNSAM-UNLA). Dirección postal: Moreteau 642. CP: 9.100.

 

Áreas temáticas:

Hidrarquía y jerarquía. Actores marineros y medios.

Repensando una vez más la historia atlántica. Construcciones historiográficas.

 

 

En la actualidad no existen dudas sobre el hecho de que el nombre de Cristóbal Colón, el navegante, no ha surgido de un acto bautismal, sino que fue convenientemente elegido por su portador con fines que aún no han podido ser esclarecidos.

Bucear en árboles genealógicos sobre esta nominación no tiene mucho sentido, ya que durante siglos ninguna pesquisa en dicha dirección ha ofrecido frutos dignos de ser destacados y comprobados con respaldo documental. Tal como lo afirman Fray Bartolomé de las Casas y el mismo hijo de Cristóbal Colón en sus biografías y textos sobre la figura del navegante, se trata de un nombre creado para la ocasión. 

En el presente texto pretendemos demostrar que el nombre con el cual se quiso dar a conocer al mundo y a la posteridad es el que utilizamos en el idioma español, al contrario de lo establecido por una historia oficial que lo ha posicionado con sus orígenes en Génova a partir de una serie de documentos discutibles y de una traducción incorrecta de su apellido al italiano.

Es muy factible pensar que la difusión errónea de su apellido y la nominación como “Colombo” responde a dos factores bien específicos que nos alejan de la comprensión de su persona y de las misiones anteriores que le habían sido asignadas antes del viaje de 1492. El primero, se trata de la deformación de Colón a Colombo a partir de la publicación en 1493 de su carta a los reyes católicos con los resultados de su viaje, lo que denominaremos factor “Fake News”, entendido como un equívoco que termina deformando una realidad y condicionando las investigaciones posteriores, y el segundo -y decurrente directo del primero-, la aceptación del apellido Colombo como ya dado por parte de los historiadores. Este abordaje lo colocó en una trama política y geográfica totalmente descontextualizada de la realidad en la que estaba inmerso y cuyos parámetros contribuyó a forjar.

Si se desea bucear los orígenes nominativos habría que hacer un esfuerzo que va mucho más allá de lo que el mismo Colón pretendía demostrar como verdad, ya que, sin lugar a duda, tanto él como su familia, amigos, socios y allegados han participado en el ocultamiento de sus orígenes. Tal vez se deba a una causa específica o a una conjunción de ellas, pero queda claro que el manto de misterio sobre su identidad antes de entrar en la historia tal como la conocemos se ha debido a su cuidadoso accionar.

Siendo así, y preguntados sobre la importancia del trabajo que, luego de varias décadas de investigaciones propias y ajenas damos a conocer, debemos responder que la cuestión nominativa resulta clave para comenzar a desenmarañar un misterio escondido por cinco siglos. Es por ello por lo que debemos comenzar afirmando que hoy en día no parecen existir dudas sobre el hecho de que el seudónimo haya sido creado allá por el año 1484, momento en el cual Colón entró en Castilla ocultando su verdadera identidad. Dicha afirmación se sustenta en los mismos documentos que Colón y su entorno produjeron en un complejo proceso de acción que delineó el llamado “descubrimiento de América” y los hechos que a partir de él se desencadenaron.

El enumerar los documentos a los que hacemos referencia llevaría decenas de páginas y desbordaría ampliamente el objetivo que nos planteamos, por lo que haremos una referencia mínima a algunos, sin ahondar en la totalidad de la compulsa.

Sabemos que todo recorte documental significa un posicionamiento específico en el campo de la historiografía y conlleva un innumerable conjunto de significados y complejidades que no podemos abordar en la presente instancia.  Haremos referencia a unos pocos documentos claves y específicos que nos irán acompañando en la medida en que sirvan al propósito de la explicación simple de la idea, cuyo debate estamos lejos de agotar en esta instancia de presentación.

 

1)    Colón es un invento de Colón: sobre el origen del nombre

Varios historiadores han llamado la atención sobre el hecho de que Colón siempre ha sido cauto al referirse a sus orígenes. La vaguedad a la hora de dar pistas sobre los mismos ha sido una constante en cada uno de sus escritos y muchas veces ha dejado escapar algunos datos sobre su vida anterior, labores y conocimientos previos a la gesta por la cual se hizo conocido.

Pero son los mismos Obispo de Chiapas, Bartolomé de Las Casas, así como Fernando Colón, su hijo y biógrafo, quienes han realizado afirmaciones claras al respecto. El primero, amigo y confidente del hijo del navegante, Segundo Almirante de las Índias, fue explícito: “no tanto acaso, según es de creer, cuanto por voluntad que para obrar lo que su nombre y sobrenombre significaba lo elegía” (Las Casas, T. I,43). Se le suma la afirmación de que su aparición en Castilla había sido cubierta del máximo secreto y que la nueva nominación tendría un segundo objetivo, el de esconder su verdadero nombre y origen. El obispo agrega en su relato que “Salió Cristóbal Colón de Portugal lo más secreto que pudo, temiendo que el Rey lo mandara a detener” (Ídem, 227) y que “Donde nació ó qué nombre tuvo el tal lugar, no consta la verdad dello” (Idem:43).

Si bien el primer capítulo del libro de Fernando Colón se titula “de la patria, origen y nombre del Almirante D. Cristóbal Colón”, lo que menos hace es aclarar de quién se trataba y cuáles eran sus orígenes. Apenas nos ofrece su versión sobre el ocultamiento del nombre elegido por el padre: fue su voluntad que sus padres fuesen poco conocidos. De modo que cuanto apta fue su persona, y dotada de todo aquello que convenía para tan gran hecho, tanto menos conocido y cierto, quiso que fuese su origen y patria(Colón F.1892: 4.).

Con respecto al significado del nombre que su padre escogió para sí mismo, se encuentra rodeado de misterio, como muchos aspectos de la vida del navegante; “y así se llamó Colón: Considerado esto, me llevó a creer que así como la mayor parte de sus cosas fueron obradas por algún misterio, así en lo que toca á la variedad de semejante nombre y sobrenombre, no sucedió sin misterio” (Ídem, 5).

 

2)    ¿Quién afirma que Colón es Colombo genovés? El falso mayorazgo y el error original.

El hecho de que la historia oficial muestre a un Colón Genovés implica una confusión de varias aristas: la primera -y de base- afirmar que era genovés. La segunda, que por ello mismo debería llamarse Colombo al traducir su nombre al italiano y, la tercera, que tomar estas afirmaciones como estatus de verdad significa no jerarquizar correctamente lo que los mismos documentos nos señalan.

Reconocer que el Cristóbal Colón utilizado en España se traduce al italiano como Cristóforo Colombo y ubicarlo casi automáticamente en Génova, equivale a afirmar que se trataba de un hombre confundido y con muchísima suerte. Tanta que pudo salir hacia lo desconocido luego de haber pasado su juventud tejiendo paños en Génova, naufragar en tierras lejanas, aprender los secretos de la navegación en un par de años, casarse con una noble mujer portuguesa en 1479 supuestamente siendo él plebeyo, procrear, aprender a navegar de adulto y utilizar secretos de estado para hacerlo, inventarse un nombre y apellido, hacer que sus hermanos lo utilicen, aprender portugués, castellano y latín, otro poco de cosmografía y geometría, predecir eclipses en husos horarios diferentes, partir y volver varias veces a un Nuevo Mundo en base a mapas errados, recalar sin problemas en el puerto de quien supuestamente lo quería arrestar, hacerse una escapada para visitar a la esposa del rey de Portugal y olvidarse, él y sus hermanos, de hablaren su propio idioma italiano.

El principal problema se da cuando se tienen en cuenta la totalidad de los documentos que se relacionan con el navegante en un plano de igualdad de validación. Sucede, en este caso, con la Institución del Mayorazgo del 22 de febrero 1488[2].

Dicho documento no reúne los requisitos de verificación necesarios como para poder ser considerado auténtico, siendo que desde el mismo momento de su aparición en el marco de un pleito de herencia que fue iniciado en 1578 había sido rechazado por falso. Es un supuesto traslado documental y no existe ningún original con fecha de 1498 y varias inexactitudes históricas, personas y lugares, incluida la firma falsa del Colón[3].

Este Mayorazgo de 1498 es el único documento en que Colón declara su supuesto origen Genovés. Obligaba a su hijo Diego a que: “tenga y sostenga siempre en la ciudad de Génova una persona de nuestro linaje que tenga allí casa y mujer… pues que de allí salí y en ella nací”.

Bartolomé de las Casas hizo referencia a que Colón podría ser italiano al relacionarlo en parentesco con otros navegantes y corsarios genoveses conocidos como Colombo. Pero equivocó su camino, ya que se trataría de los conocidos “Colombo viejo” y “Colombo joven”. Estos nombres de guerra eran utilizados por piratas y corsarios a los cuales las investigaciones han identificado como franceses. Colombo Viejo era el seudónimo de Guillaume de Caseneuve, quien luchó para los reyes portugueses en 1476 y fue nombrado Vicealmirante de Normandía por el Rey Luis XI. El segundo Colombo sería el noble francés de origen griego, descendiente de la dinastía de los Paleólogos, George Palaeologus Dissipatos (o Bissipat). Ambos asolaron las flotas venecianas y genovesas y el Colombo joven seria familiar del proprio Colón segundo Las Casas y Don Hernando Colón.[4]

Aparece una referencia del mismo Fernando Colón en su testamento sevillano del 3 de julio de 1539 en el cual se identifica como “hijo de Cristóbal Colón, genovés, primer almirante que descubrió las Indias”. Pero se convierte en inverificable su grado de verdad al contrastarlo con la compulsa documental generada en los últimos cinco siglos.

Mas allá de estas pocas referencias es imposible afirmar que el navegante fuese genovés ya que su trabajo vital consistió en ocultar sus orígenes e, inclusive, su misión y conocimientos. Sus cartas y documentos mostraban a un hombre reservado en extremo y que desconfiaba de quienes lo rodeaban. A tal punto que hasta mató a su propio concuñado a golpes en Santo Domingo por traducir una carta de un fraile francés que lo acusaba ante los reyes[5].

 

3)    Sobre la Firma y su significado: el misterio del anagrama no resuelto

Otro aspecto que debe ser abordado es el referido a su firma.  Durante cientos de años el misterio de su significado no fue resuelto con precisión. Sólo existen interpretaciones de lo más variadas y, tal vez, alguna haya acertado.

Colón nunca firmó con su nombre y apellido tal cual lo conocemos y, si lo hubiere hecho, aún no ha aparecido ningún documento que lo constate.

Más allá de sus significados, podemos afirmar que la firma nos dice mucho a partir de lo que oculta: se trata de un anagrama de tres líneas y de una cuarta variable. Las tres primeras eran las letras “X M Y” y sobre ellas las letras “.S. A .S.” (las S entre puntos) seguidas de otra letra “.S.” arriba (también entre puntos). Debajo del anagrama se completa con dos palabras precedidas de dos puntos, uno por sobre el otro “: Xpõ FERENS ./”  o, en su lugar, “El Almirante” o “Virey”.[6]



El significado del latín “FERENS” se traduce como “mensajero” o “portador”, y “Xpõ” sería la abreviatura griega de “Xristobal” o “Xhristophorus”, que significa el que porta o lleva a Cristo. Sobre este ítem no parece haber contrapartes en el mundo de la historiografía.

El Colón se encuentra en los dos puntos anteriores a la X o cruz. Desde el punto de vista gramatical, un colon es punto sobre otro en el idioma español (:), siendo el punto y línea final otro colon (;).[7]

El acuerdo que surgió sobre el nombre no encuentra el mismo reflejo sobre su apellido, ya que las historias oficiales suelen presentar el “Colón” español como intercambiable con el latín “Colombus” o el italiano “Colombo”. He aquí un error fundamental, porque Colón no deriva del latín, sino del griego “Kólon”.

Su hijo Fernando escribió claramente: “Colón, (…) que en griego significa miembro, para que siendo el propio suyo Cristóbal, se supiese de quien era miembro; esto es, de Cristo”. En griego “kólon” (κῶλον) significa miembro o parte (del cuerpo humano), siendo que el vocablo pasó del griego al latín como “colon” y se mantuvo de la misma manera en el castellano.  Si Colón significa miembro no es traducible al “colombo” italiano, que significa “paloma”.

De hecho, el mismo Fernando refiere al apellido escribiendo que:

(…) muchos nombres que fueron puestos como indicios de los efectos que habían de suceder por causas ocultas, como en lo que pertenece al Almirante, de quien fue pronosticada la maravilla y novedad de lo que hizo; porque si atendemos al sobrenombre común de sus ascendientes, diremos que verdaderamente fue Colombo, o Paloma, en cuanto llevó la gracia del Espíritu Santo al Nuevo Mundo, que descubrió; mostrándose como en el bautismo de San Juan Bautista el Espíritu Santo, en figura de Paloma, manifestando que era el hijo amado de Dios, que no era allí conocido, porque sobre las aguas del Océano, llevó como lo paloma de Noé, el ramo de oliva, y el aceite del bautismo; por la unión, y paz, que debían tener aquellas gentes con la Iglesia, que estaban encerradas en el arca de las tinieblas, y la confusión, y consiguientemente, son muy apropósito al sobrenombre de Colón, que volvió a renovar, que en griego significa miembro, para que siendo el propio suyo Cristóbal, se supiese de quien era miembro; esto es, de Cristo, de quien había de ser enviado para salud de aquellas gentes, y si queremos reducirle a la pronunciación latina, es Christophorus Colonus, y diremos que como se dice que San Cristóbal tuvo aquel nombre por qué pasaba a Cristo por la profundidad de las aguas, con tanto peligro, de que fue llamado Cristóbal, que así como llevaba y conducía las gentes, quo ninguno se atrevía a pasar, del mismo modo el Almirante que fue Chistophorus Colonus, pidiendo a Cristo su ayuda, y que le favoreciese en aquel peligro de su viaje, pasó él y sus ministros para que hiciesen a las gentes indias, colonos y habitadores de la Iglesia triunfante de los cielos; pues es de creer que muchas almas, de que imaginaba Satanás apoderarse, faltando quien las pasase por el agua del bautismo, fueron hechas por él colonas del cielo, y habitadores de la gloria eterna del Paraíso.”

 

Si bien coquetea con cada nominación atribuida, del texto se desprende que el nombre que el navegante escogió para sí mismo fue cuidadosamente pensado y significado para su posterior misión, a manera de pronóstico. Se refiere a “Colombo” o “Palomo” de manera figurativa, pero escoge el Colón derivado del griego, sugiriendo concomitantemente su pertenencia o asociación a algún grupo religioso cristiano.

 

4)    Colón en los documentos oficiales:

Colón fue presentado en audiencia a los Reyes Isabel y Fernando el 20 de enero de 1486. Desde ese momento la corte comenzó a brindarle ayudas económicas esporádicas en moneda durante varios años. Los registros del año 1487 se conservan casi íntegros y en ellas el tesorero Francisco Gonzáles de Sevilla registra a Colón con un apellido errado, pero no en el sentido que ha trascendido para la historia oficial: “En dicho día di a Cristóbal Colomo extranjero, tres mil maravedís, que está aquí faciendo algunas cosas cumplideras al servicio de Sus Altezas: por cédula de Alonso de Quintanilla, con mandamiento del obispo”[8]

Si se analizan las cartas de los Reyes Católicos, tratados, concesiones, capitulaciones, testamento y otros documentos originales de la época producidos en España y Portugal, siempre se encontrará que se denomina al navegante como Cristóbal Colón, encontrándose variaciones en cuanto a la escritura del nombre, pero no con respecto al apellido. Inclusive el propio rey de Dom João II de Portugal se dirige a él como Colón en la misiva fechada el 20 de marzo de 1488. Este señalamiento es de vital importancia, ya que descarta que en Portugal haya sido conocido como “Colombo”, ya que el mismo rey lo llama por el nombre conocido en España sin aportuguersarlo, tal como sucede a posteriori en escritos, artículos e impresiones que hablan sobre él.

En los documentos oficiales producidos en el contexto de la corte española, las cartas de los reyes católicos, de sus conocidos y amigos, así como las que involucran a sus hijos y hermanos, también es conocido como Colón. Varias bulas papales también se refieren al navegante con el mismo apellido, sin italianizarlo. Si se presta atención desandando el camino que marca el hijo del almirante, el papa Alejandro VI latiniza su nombre llamándolo “Cristoforum” y traduciendo el Kólon Griego (κῶλον) para su equivalente en Latín: Colon. En la misma sintonía de los escritos de Fernando Colón se transcribe, como mucho, el posible latinismo “Colonus”, pero nunca Colombo.[9]

 

5)    La expansión de la carta, la Fake News de 1493

Cuando Colón regresó de su primer viaje oficial a América no recaló en puerto español, sino que se dirigió a Lisboa y se entrevistó con quien en teoría lo perseguía: el Rey de Portugal[10]. En cuanto tocó tierra envió una carta, incluida con una a los reyes, a Luis Santángel escribano de Ración de la Corona de Aragón, quien también había financiado parte del viaje y ayudado a convencer a los reyes católicos de encarar la empresa. En dicha misiva informaba de la victoria de su derrotero afirmando haber llegado a las Indias.

La carta estaba fechada 15 de febrero, pero fue enviada desde Lisboa el 4 de marzo de 1493 y con ella sucedió algo extraño que contradice la lógica geopolítica de la época: apenas a unos días de entregada a los reyes fue impresa en Barcelona por Pedro Posa para ser dada a conocer al mundo.[11]

En abril la impresión pública de la carta rezaba: “ESTA carta enbio Colom al Escribano de Racion de las yslas halladas en las Yndias”.[12] Aquí vemos el premiar registro de un error tipográfico casual (o proposital) que convirtió a Colón en Colom, y aunque no se llega a convertir en una fake news de la época veremos cómo su traducción inmediata generó las bases para un equívoco histórico.

Cuando la carta viajó para ser publicada en Roma ese mismo mes, el idioma escogido fue el Latín. El traductor/impresor fue Aliander de Cosco con una adenda del obispo Leonardo de Carminis, quien traduce el apellido directamente como Columbo. Esto se explica de forma casi automática, ya que el término colom significa palomo catalán, por lo que se convirtió al italiano Colombo, persistiendo con tal base en las posteriores impresiones que ganaron Europa de la mano de la imprenta.[13]



Esa carta de Colón a Santángel en latín introduciendo al mundo el apellido equivocado fue publicada en nueve ediciones. Tres impresas en Roma (1493), una en Amberes (1493) dos en Basilea, (1493 y 1494) y tres en París (1493). También se tradujo al italiano y versificada en octava rima por Giuliano Datí, de cuya versión conocemos cinco ediciones: Roma, 15 de junio 1493; Florencia, 25 octubre 1493; 26 oct. 1493; 26 oct. 1495; y otra edición distinta a la anterior y también del 26 oct. 1495. Finalmente citamos la traducción alemana de Estrasburgo, 1497. En el mismo año 1497 apareció una segunda edición en castellano. (Sanz: 1956, 23).

 

6)    Conclusión general.

Cuando la carta volvió a Portugal luego de ser impresa en el resto del continente europeo, el nombre ya se había difundido como Colombo, quedando reducido a Colón solamente en España y en la América que de ella dependía. Dicha confusión sirvió para convertirla en una Fake News y permitir ubicar a Colón en Génova a partir de los intereses geopolíticos de dicha ciudad y de la conveniencia de la banca genovesa.

A ello se le suma que tanto el mismo navegante como sus hijos y amigos, los Reyes Católicos y el mismo rey João II de Portugal parecen haber ocultado, casi en conjunto, toda posibilidad de acceder a la genealogía de semejante pionero.

Con el correr de los años y ante las continuas impresiones de una carta que se publicó como un best seller de la época, las referencias bibliográficas llevaron a que los historiadores aceptaran la versión de un Cristóbal Colón de origen genovés, lo cual fue facilitado por la imposibilidad de constatar archivos lejanos y documentos que fueron viendo la luz con mucha dificultad.

 

Bibliografía citada:

Canova, Scipion e Martucho, Carlos (1601). Por Don Baltasar Colombo, contra Don Nuño de Portugal, y consortes, sobre el Almirantazgo de las Indias, Ducado de Veragua, y Marquesado de Iamayca.

Colón, Fernando (1571). Historie del S. Don Fernando Colombo: nelle quali s'ha particolare, & vera relatione della vita, & de' fatti dell'Ammiraglio Don Christoforo Colombo, suo padre: et dello scoprimento, ch'egli fece dell'Indie Occidentali, dette Mondo Nuovo, hora possedute dal Sereniss. Re catolico, In Venezia, MDLXXI: Appresso Francesco de' Franceschi Sanese.

Columbus, C., Plannck, S., Incunabula Collection & Riviere & Son, B. (1493). Epistola Christofori Colom, cui etas nostra multum debet, de Insulis Indie supra Gangem nuper inventis: Ad quas pergendas octauo antea mense auspiciis & ere inuictissemorum Fernandi & Helisabet Hispaniarum Regum missus fuerat: at magnificum dominum Gabrielem Sanchis ... missa. Cosco, L. D., trans [Rome, Italy: Stephan Plannck, after 29 Apr] [Pdf] Library of Congress, https://www.loc.gov/item/46031077/

Dornelas, Afonso (1926). Elementos para o estudo etimológico do apelido Colon, Centro Tipográfico Colonial, Lisboa.

Las Casas, Fray Bartolomé de (1875). Historia de las Indias. Imprenta de Miguel Ginesta, Madrid.

Posa, Pedro (1493). ESTA carta enbio Colom al Escribano de Racion de Las Yslas Halladas en las Yndias. New York Public Library.   https://digitalcollections.nypl.org/items/7fbc3989-f807-30a9-e040-e00a18067752

Rosa, Manuel (2016). COLUMBUS. The Untold Story, Outwater Media, Garfield, 2016.

Rumeu De Armas, Antonio (1992), Presencia Temprana de Cristóbal Colón en Portugal, Congreso de Historia del Descubrimiento (1492-1556): RAH, España.

Sanz, Carlos (1956). La carta de Colon: anunciando el descubrimiento del Nuevo Mundo 15 Febrero-14 Marzo 1493, Talleres Hauser y Menet, Madrid.

Varela, Consuelo, Aguirre, Isabel (2006). La caída de Cristóbal Colón, el juicio de Bobadilla. Marcial Pons Historia.

 



[1] La mayor parte de la ponencia se basa en los trabajos previos de Manuel da Rosa Silva (www.ManuelRosa.net) sobre Cristóbal Colón, su entorno y su tiempo, conformando parte del trabajo de su tesis doctoral en la Universidad de las Azores. El corpus de esta surgió a partir de la colaboración de Bruno Sancci y su trabajo sobre los documentos de los descubrimientos españoles en la Patagonia, realizado en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

[2] Archivo General de Indias. ES.41091.AGI//PATRONATO,8,R.3

[3] Visto en el Consejo ocularmente el dicho testamento por todo los juezes, no haciendo mas caso del que de un papel viejo y simples … Y porque se dice seca y desnudamente que el dicho Don Baltazar [Colombo] presentó el dicho testamento, que el llama autentico, juntamente con otras escrituras, ha de ser V. m. servido de no recebir el engaño que desto podría resultar … aunque Don Baltazar dize, que el dicho traslado está concertado con el original, pero atento que no está sacado con citación de parte, ni con ninguna de las otras solenidades necessarias, relieva tan poco la dicha presentación, como sino la haviera hecho … no solamente el dicho testamento no es parte del proceso, pero quanto a todo lo que contiene, nulla est ei fides adhibenda … que un testamento tan imperfecto, y no solene, que nunca lo fue … que aya hecho tanto ruido, y sido causa de tan grande dilaciõ, y de no averse executado la sentencia (Canova & Martucho: 1601, 14).

[4] Un’huomo segnalato del suo nome, & famiglia, chiamato Colombo, molto nominato per mare, per cagiõ dell'armata, ch’ei conduceva contra gl'infedeli, & ancora della sua patria [Constantinople]: tal che col suo nome spaventava i fanciulli nella culla. La cui persona, & armata è da credere che fosse molto grande [...] mentre in compagnia del detto Colombo giovane l'Ammiraglio navigava, il che fe lungamente (Colón 1571, 10-11). Cristóbal Colon, tan dedicado á las cosas y ejercicio de la mar, y en aquel tiempo anduviese por ella un famoso varón, el mayor de los corsarios que en aquellos tiempos habia, de su nombre y linaje que se llamaba Colombo Júnior. Las Casas, T. I, 52.

[5] Miguel no regresó nunca a España. Como tantos otros falleció em el Nuevo Mundo. Según declaró Diego de Escobar, Miguel se indispuso pronto com don Cristóbal y por ello no tuvo inconveniente en traducir al castellano una carta que fray Juan Tisin había escrito en francés quejándose del almirante para que pudiese ser bien comprendida por los reyes […] hoy sabemos que Muliart murió a manos de su concuñado” (Varela & Aguirre: 2006, 126).

[6] En los documentos deja de usar “El Almirante” a Partir de 1502.

[7] El punctus elevatus dio lugar en la ortografía tradicional española al colon (:) y al semicolon (;). El término griego κῶλον, significa ‘miembro’ o ‘parte’ y se utilizó en la gramática griega para designar a los miembros o partes de una oración pasando como colon a la gramática latina y luego a la castellana. Dornelas (1926, 14).

 

[8] Rumeu De Armas: 1992, 13.

[9] En los textos de Fernando Colón y de Bartolomé de las Casas se sugiere que los orígenes del navegante se remontan a la época del imperio romano y habría cierta relación en común con la familia que se pasó a llamar Collona. Si bien son especulaciones genealógicas esto no ha sido posible de rastrear para confirmar ni negar un posible parentesco. El mismo Fernando, fue bautizado en Castilla como Colón.

[10] Destacamos esto porque el navegante dice en su diario haberse desviado, empujado por las acciones de los vientos y corrientes de forma involuntaria y dejando atrás a su otra nave.

[11] Es de extrañar que el primer informado del viaje haya sido el rey enemigo de la Corona española y que un impresor catalán se haga de una carta tan sensible y la difunda en tan poco tiempo, casi obligando a los reyes a actuar con prisa.

[12] Posa, Pedro (1493) New York Public Library. https://digitalcollections.nypl.org/items/7fbc3989-f807-30a9-e040-e00a18067752

[13] Columbus C 1493: 14.